H. R. Aquino Cruz
Como he escrito antes, la mera concepción de un menú de alta categoría implica esfuerzos inaprehensibles para un paladar. El trabajo detrás de una creación culinaria —cuando ésta alcanza al arte— no es otra cosa que una cadena interminable de vidas poniéndose al servicio de un comensal que, muchas veces, les es desconocido y, más lamentable, les es desagradecido.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo